Mamma Mì Pizza & Tradizione Napoletana abre sus puertas el 1 de abril de 2022 en Playa Honda, una hermosa y tranquila ciudad de Lanzarote, Islas Canarias, bajo la dirección del Maestro pizzaiolo napolitano Maurizio Ferrillo y de Fabrizio Vaio, encargado de la sala y la recepción.
Mamma Mì Pizza & Tradizione Napoletana fue concebida y construida para combinar el placer de disfrutar de la verdadera pizza napolitana, cocida rigurosamente en horno de leña y adaptada a los gustos y variedades según los deseos de los clientes, junto con las especialidades de los primeros platos campanos. No se olvidan los inimitables fritos (u cuoppo, le montanarine, le crocche’, gli arancini, le paste cresciute, le frittatine di pasta, gli sciurilli, a ‘muzzarella in carrozz), símbolo de la «comida callejera napolitana», una tradición culinaria partenopea que se remonta a 1800, cuando los más pobres compraban con un pago aplazado de 8 días (de ahí la expresión «a ogge a otto»). Se otorga un lugar destacado a los típicos dulces napolitanos (babà, tarta de pistacho, pastiera) y al clásico banquete de helados, de producción artesanal italiana, con un claro enfoque en los sabores de la tradición partenopea (zabaione, pastiera, sorbete de limón); todo ello en un ambiente informal y familiar.
En las intenciones de la propiedad está el deseo de recrear un rincón de la hermosa ciudad de Nápoles para brindar a los clientes una experiencia sensorial completa, con usos y costumbres fielmente replicados, siguiendo una tradición que no deja espacio para excepciones, excepto en la constante y fructífera búsqueda de nuevas ideas y combinaciones. Este sueño se «respira» en cada rincón de la pizzería, con impresiones icónicas en las paredes, complementos de decoración de estilo partenopeo, referencias a las peculiaridades del estilo y la elegancia italianos, expresados en la meticulosa búsqueda del estilo que nos hace famosos en todo el mundo, comenzando por el logotipo del letrero que claramente evoca el origen italiano de la pizzería. Específicamente, «Mamma Mí» es una típica exclamación napolitana usada para expresar una fuerte emoción de alegría y asombro, ¡justo lo que se siente al mirar una buena pizza y darle un mordisco! Pero en esta exclamación está contenida la palabra «mamma», un verdadero homenaje a las madres de antaño, a las madres de la tradición y a los sabores del hogar.
En el logotipo se han incluido dos elementos estilizados. El primero es el Vesuvio, que simboliza la ciudad de Nápoles, donde nace la pizza y la tradición. Las líneas estilizadas del Vesuvio, que se apoyan en el texto como filamentos de pasta, forman una «M» para retomar el nombre de la pizzería. El segundo elemento es la albahaca, un ingrediente imprescindible en cada pizza, colocado de manera que sea el acento en la «I». Por último, los colores elegidos no pueden sino evocar la pizza: el rojo del tomate y el verde de la albahaca. En el logotipo se encuentra todo el estilo de la pizzería, un estilo de los años 70 con un toque de modernidad.
Además de nuestras deliciosas pizzas, estamos muy orgullosos de tener al pizzaiolo Maurizio Ferrillo, poseedor del récord Guinness de la pizza más grande del mundo, con una longitud de 2 kilómetros. Maurizio es un verdadero experto en pizza napolitana. Ofrecemos una amplia selección de pizzas hechas a mano y cocidas al momento para garantizar una calidad impecable, desde las clásicas hasta las más gourmet, con ingredientes de alta calidad. Ven a nuestro restaurante pizzería y prueba la auténtica cocina napolitana aquí en Lanzarote. Estamos abiertos para el almuerzo y la cena. Si estás buscando una verdadera pizzería, ¡aquí estamos!
La historia del Maestro Pizzaiolo Napoletano Maurizio Ferrillo representa muy bien la esencia que impregna el espíritu napolitano y puede servir de ejemplo para muchos jóvenes en busca de su camino. Maurizio no es un hijo de familia de pizzeros, pero es un joven dispuesto al sacrificio y lleno de buenas intenciones que supo y quiso ponerse manos a la obra para adquirir uno de los oficios napolitanos más antiguos y auténticos, aquel que hasta el día de hoy otorga a la pizza el título de alimento más consumido y conocido en el mundo.
Ese oficio forja un deseo a imagen y semejanza de los sacrificios y renuncias, permitiendo a un joven aprender un trabajo y adquirir experiencias que conllevan una maduración responsable, humilde y consciente de las adversidades que la vida tiene reservadas, y que permiten comprender desde el principio cuáles son las cosas que realmente importan: preparación, cortesía y disposición para el sacrificio, independientemente de la carrera emprendida.
Así es como Maurizio Ferrillo comenzó sus primeros pasos detrás del mostrador de las pizzas y aprendió a ser un pizzaiolo, dentro de las paredes de la pizzería Pizzazzà, un lugar que luego adquirió y que se convirtió en su pequeño pero gran imperio.
Internet lo reconoce como el «rey del take away» a la sombra del Vesubio, pero Maurizio decide abrir las puertas de su pizzería también a clientes en busca de un lugar reservado y acogedor, capaz de garantizar la degustación de delicias excelentes sin tener que esperar largos tiempos o enfrentar cuentas excesivas después de haber dado el último bocado.
Con poco más de treinta plazas, las pizzas sabrosas y preparadas con devoción y entrega hacia el sagrado culto del «oro blanco» pueden disfrutarse tanto en el local como cómodamente sentados en el sillón de casa. Reconocimientos y participaciones en los más célebres Guinness de récords en materia de pizza, pero para el Maestro Ferrillo no es suficiente y está listo para dar un gran paso, quizás el más crucial de su carrera.
El ascenso de Maurizio comienza en 1993 y parte de una clásica y constructiva experiencia, desarrollada bajo la tutela de una auténtica figura del género, el hijo del fundador de la pizzería Trianon da Ciro, entre las paredes de lo que luego se convertiría en el «pequeño pero gran imperio» de Maurizio: «la Pizzería Pizzazzà».
En 1999, Maurizio adquiere el local, animado por la tenaz voluntad de seguir honrando el antiguo y sagrado arte de la pizza, utilizando solo productos genuinos y de calidad, mezclados con el ingrediente más importante: el amor por su trabajo.
Pizzazzà ostenta un destacado primado histórico, escribiendo su nombre entre las pizzerías para llevar más valoradas de la ciudad, pero sin privar a los clientes del placer de degustar la pizza en el lugar, motivo por el cual el local se somete a una renovación que da vida a un acogedor y cómodo comedor interior.
En octubre de 2016, el recorrido, tanto humano como profesional, de Maurizio Ferrillo alcanza un nivel de experiencia y madurez que le impone una importante transición.
Es así como el local de Maurizio dice adiós al nombre de «Pizzería Pizzazzà» para vestirse con una etiqueta mucho más adecuada: «Pizzería Ferrillo».
Maurizio Ferrillo no simplemente «cambia el nombre» de su pizzería, sino que decide apostar por su propio nombre, por la credibilidad y la reputación que ha construido a lo largo de los años, a base de sacrificios, mostrando una infinita abnegación hacia esta profesión.
Maurizio quiso que su local se convirtiera en la «pizzería Ferrillo» para dar forma a su pequeño pero gran imperio a imagen y semejanza de su credo, su talento y su experiencia.
El 1 de abril de 2022, «Vulcano llama a Vulcano» y así, desde Nápoles, el nuevo sueño del Maestro Pizzaiolo Napoletano Maurizio Ferrillo y su exalumno, ahora copropietario, Fabrizio Vaio, se convierte en una espléndida realidad con la apertura de la Pizzería Mamma Mì Pizza & Tradizione Napoletana.